Nombre científico: Pattonomys flavidus
Autoridad taxonómica: (Hollister, 1914)
Notas taxonómicas:
Sinónimos:
Phylum: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Rodentia
Familia: Echimyidae
Género: Pattonomys
Categoría: En Peligro
Criterio: A2cd
Nombres comunes:
canarete, rata espinosa de Margarita, Speckled spiny tree-rat
Descripción:
Rata arborícola de tamaño mediano, de coloración grisácea en cabeza y flancos y algo más rojiza o naranja en el dorso; vientre blanquecino. El pelaje incluye espinas dispersas, de punta blancuzca sobre el dorso, flancos posteriores y grupa, donde están más concentradas. Vibrisas mistaciales largas, que sobrepasan el borde posterior de la pina. Cola robusta, de tamaño similar a la longitud cabeza-cuerpo, de coloración marrón rojiza uniforme dorsal y ventralmente, de apariencia escamosa, pero cubierta de pelos finos. Manos y patas anchas, cubiertas con densidad de pelos cortos, grises y blanquecinos que se extienden hasta cubrir las garras (Linares 1998, Emmons 2005).
Distribución:
Pattonomys flavidus es conocida solo en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta (Emmons y Patton 2015). Hay registros de museo del sector oriental (Paraguachoa) y de la península de Macanao, con un intervalo altitudinal de 50 a 100 m. Hasta ahora se considera una especie endémica de Venezuela y la isla margariteña.
Situación:
Según registros en museos nacionales, Pattonomys flavidus no se ha capturado desde hace unos sesenta años, a pesar de algunos esfuerzos de prospección durante las décadas de 1960 (316 mamíferos colectados, Smithsonian Venezuelan Project) (Handley Jr. 1976), 1980 y 2000 (70 y 48 mamíferos colectados respectivamente, Museo de la Estación Biológica de Rancho Grande) (Bisbal 1983, Sánchez H. 2006), aunque fue avistada en dos ocasiones en el Parque Nacional Jóvito Villalba (Cerro Copey) durante el trabajo de la década de 1980 (Bisbal 1983). A principios de 1950 fue señalada como «muy abundante» (Musso 1962). En la península de Macanao ha habido numerosas industrias dedicadas a la extracción de arena (algunas ya cerradas) y en apariencia la mayor parte del hábitat potencial de la especie no ha sido afectada por ellas; pero hay conucos en los alrededores de San Francisco de Macanao que penetran algo en el área montañosa (boscosa) (J. Sánchez H. obs. pers.). En Paraguachoa se encuentra parte de su hábitat potencial protegido por dos áreas bajo régimen de administración especial (ABRAE), el mencionado Parque Nacional Cerro Copey (7.130 ha) y el Monumento Natural Cerro Matasiete y Guayamuri (1.672 ha) (MARNR1991).
Amenazas:
Sin duda, a lo largo de las últimas décadas ha habido pérdida y/o fragmentación de hábitat en la isla (Sánchez H. 2006, Sanz 2007, González S. et al. 2001), incrementándose el aislamiento entre poblaciones remanentes en potencia de la especie, aunque es probable que la mayor parte del hábitat adecuado se encuentre dentro de algunas áreas protegidas. Sin embargo, las mismas en la actualidad se hallan rodeadas por desarrollos urbanos o zonas intervenidas (Bisbal 2001, González S. et al. 2001, Sanz 2007). Por otra parte, Pattonomys flavidus es sometida a cacería porque su carne es apreciada por los lugareños (Musso 1962, Bisbal 1983). Aunque quizás esta actividad haya disminuido en la actualidad, un encuentro fortuito con un cazador muy probablemente termine en su captura.
Conservación:
No se ha tomado medida alguna para su resguardo, ya que hasta 2005 no era tratada como una especie plena y por lo tanto de una amplia distribución, incluyendo grandes extensiones continentales (Linares 1998, Emmons 2005). La protección brindada por las Abrae mencionadas podría constituir el único beneficio en función de su resguardo. Los concesionarios que realizaban explotaciones de arena en terrenos privados de la península de Macanao, tenían la intención de migrar su actividad comercial a principios de la década de 2000 al turismo, ya que esa área posee un elevado potencial para la observación de aves del interés de ornitólogos aficionados y observadores de aves (e.g. la cotorra margariteña, Amazona barbadensis, común en la localidad en esa época, así como varias subespecies endémicas de la isla) (Sánchez H. 2006, Sanz 2007, J. Sánchez H. obs. pers.). Así, una actividad turística contemplativa podría incrementar el interés de los pobladores por la conservación de hábitats naturales. La prospección de fauna en la década de 2000 fue en función de la creación de una ABRAE bajo la figura de Reserva de Fauna Silvestre en el área montañosa de la península de Macanao (Sánchez H. 2006), pero hasta el presente no ha avanzado más allá de la propuesta de creación del entonces Ministerio del Ambiente. Existe otro proyecto de la sociedad civil de la ampliación del Parque Nacional Jóvito Villalba, que abarca toda la serranía al norte de este (Sanz 2007), que contiene parte del hábitat potencial de Pattonomys flavidus.
Ilustrador: Alexis Alvarado
Autores:
Javier Sánchez-Hernández y Francisco Bisbal
Cita sugerida
Sánchez-Hernández, J. y Bisbal, F., (2015) Canarete, Pattonomys flavidus, En: J.P. Rodríguez, A. García-Rawlins y F. Rojas-Suárez (eds.) Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Cuarta edición. Provita y Fundación Empresas Polar, Caracas, Venezuela., Recuperado de: www.especiesamenazadas.org/taxon/chordata/mammalia/rodentia/echimyidae/pattonomys/canarete Lunes, 14/10/2024