Nombre científico: Basileuterus griseiceps
Autoridad taxonómica: Sclater y Salvin, 1869
Notas taxonómicas:
Sinónimos:
Phylum: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Parulidae
Género: Basileuterus
Categoría: En Peligro
Criterio: B1ab(iii)
Nombres comunes:
chiví cabecigris, reinita cabecigrís, Grayheaded warbler
Descripción:
Ave de coloración poco llamativa que mide 14 cm de longitud. Coronilla, nuca y laterales de la cabeza son de color gris y la corona estriada es negra. En su frente destaca una línea supraciliar blanca y corta. La garganta y parte ventral son de un amarillo encendido, al igual que las patas, aunque estas últimas son un poco más pálidas que el vientre (Phelps Jr. y Meyer de Schauensee 1979, Hilty 2003, Restall et al. 2007, Curson y Sharpe 2015a).
Distribución:
Basileuterus griseiceps es endémica de Venezuela, se localiza en el macizo de Turimiquire, en los estados Anzoátegui, Monagas y suroeste de Sucre, entre 1.200 y 2.580 m de altitud. Las nueve localidades específicas donde ha sido reportada incluye Buenos Aires, Cerro El Guamal, Cerro Tristeza, Cerro Turimiquire y Quiriquire («Piedra 'e Mole») en la serranía de Turimiquire y Macanillal, Cerro Negro, cumbres de San Bonifacio y Cerro Gobierno en la cordillera de Caripe (Azpúrua et al. 2013). Habita en la selva nublada primaria y en bosques secundarios o perturbados, en ocasiones también se consigue en bosques de cafetales semidegradados (Phelps Jr. y Meyer de Schauensee 1979, Ridgely y Tudor 1989, Collar et al. 1992, Boesman y Curson 1995, BirdLife International 2000, Hilty 2003, Azpúrua et al. 2013, Curson y Sharpe 2015a).
Situación:
Colectada originalmente en 1868 y considerada una especie muy escasa, después de varios años sin avistamientos fue redescubierta en Cerro Negro en 1993. Más tarde, se le ha visto varias veces en el mismo lugar. Dada la destrucción que ha sufrido su hábitat, Basileuterus griseiceps podría estar más amenazada y sus poblaciones presumiblemente disminuidas con respecto al estimado original (Boesman y Curson 1995). No obstante, es posible que todavía exista algún hábitat adecuado y poblaciones más estables en el lado oeste de Cerro Negro y la serranía de Turimiquire (Collar et al. 1992). La especie parece dependiente de bosques primarios, ya que solo se encuentra en bosques secundarios si existe vegetación baja y densa, aunque ha sido reportada en rastrojos, desmontes y otras áreas intervenidas. Se estima su área de distribución en 4.607,61 km2 en más de cinco localidades; el bloque mayor de bosque remanente («Piedra ‘e Molé») mide unos 80 km2 (Azpúrua et al. 2013). No se conoce con precisión su abundancia, aunque se han observado de 2 a 5 parejas en un área de 2 km2, estimándose en total entre 2.500 y 10.000 individuos (BirdLife International 2015). A escala global ha sido clasificada En Peligro debido a que se considera escasa en los pocos remanentes de su hábitat (BirdLife International 2000, BirdLife International 2015). En apariencia es más abundante de lo que se había estimado, pero diversos autores sugieren seguir manteniendo a la especie en la categoría En Peligro, dado lo pequeña que es su área de distribución.
Amenazas:
Todos los autores coinciden en que la extensa deforestación y el deterioro de la mayoría de los hábitats de B. griseiceps constituyen su mayor amenaza. El hecho de que la mayor parte de los espacios óptimos donde hace vida estén siendo transformados en plantaciones de café, podría estar causando disminuciones en su distribución y abundancia (Collar et al. 1992, Boesman y Curson 1995, BirdLife International 2000, Rodríguez y Rojas-Suárez 2003, Curson y Sharpe 2015a). En general, el macizo de Turimiquire está considerado como uno de los sitios más amenazados de Venezuela, y tiene una larga historia de impactos ambientales, principalmente por prácticas agrícolas, incendios e invasiones de tierra. Estas amenazas son de mayor magnitud y de larga data en las partes altas de las cuencas, donde se produce café, un cultivo que para 1925 llegaba a 2.000 m de altitud, aunque esta información podría ser exagerada. En la zona baja y media, la vegetación original ha sido sustituida por sabanas antrópicas y matorrales. La presión humana es severa incluso dentro las áreas protegidas, y en el Parque Nacional El Guácharo por los trabajos agrícolas de los campesinos locales, que incluyen la destrucción del bosque, quemas repetidas y la eliminación del sotobosque para cultivos de café, los cuales han reducido el bosque húmedo montano a solo un pequeño porcentaje del original. Su distribución coincide con la de otras especies de aves en situación de riesgo del Centro de Endemismo Montano de Paria: Campylopterus ensipennis, Aglaiocercus berlepschi, Premnoplex tatei, Grallaricula cumanensis, Diglossa venezuelensis y Arremon phygas.
Conservación:
El Parque Nacional El Guácharo abarca a Cerro Negro y otras localidades donde ha sido reportada B. griseiceps (Rodríguez y Rojas-Suárez 2003). La protección del hábitat en dicho parque es crítica para su conservación, y depende del control de la agricultura y de la intervención por parte de campesinos. Es prioritario evaluar si las poblaciones que habitan en ese parque son viables (Boesman y Curson 1995). Se recomienda realizar investigaciones adicionales que contribuyan a determinar su situación actual y su tolerancia a las modificaciones ambientales, así como aspectos más específicos de su biología y ecología. Idealmente, dichos estudios deberían realizarse de forma simultánea con los de otras aves endémicas y amenazadas de la región (Collar et al. 1992, Boesman y Curson 1995, Curson y Sharpe 2015a).
Ilustrador: John Gwynne
Autores:
Christopher J. Sharpe
Cita sugerida
Sharpe, C. J., (2015) Chiví cabecigris, Basileuterus griseiceps, En: J.P. Rodríguez, A. García-Rawlins y F. Rojas-Suárez (eds.) Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Cuarta edición. Provita y Fundación Empresas Polar, Caracas, Venezuela., Recuperado de: www.especiesamenazadas.org/taxon/chordata/aves/passeriformes/parulidae/basileuterus/chivi-cabecigris Jueves, 21/11/2024