Nombre científico: Grallaria excelsa
Autoridad taxonómica: Berlepsch, 1893
Notas taxonómicas:
Sinónimos:
Phylum: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Grallariidae
Género: Grallaria
Categoría: Vulnerable
Criterio: A2c+3c+4c; B1ab(i,ii,iii,v); C2a(i)
Nombres comunes:
hormiguero tororoi excelso, tororoí excelso, Great antpitta
Descripción:
Una de las especies de hormigueritos de mayor tamaño, llega a medir hasta 26 cm de longitud. Es un ave insectívora de colores sobrios, cuerpo robusto, cola corta, patas largas y pose erguida. Su lomo es pardo y la parte posterior de la corona y nuca son de color gris. Su garganta es blanca y el resto de la región ventral de un ocre amarillo con muchas manchas negras (Phelps Jr. y Meyer de Schauensee 1979, BirdLife International 2000, Restall et al. 2007).
Distribución:
Grallaria excelsa es endémica de Venezuela. Se encuentra representada por dos subespecies aisladas: Grallaria excelsa excelsa, que se localiza en los Andes venezolanos al noroeste de Zulia, sierra de Perijá, y quizás en áreas adyacentes a Colombia, al este de Táchira, Mérida, sureste de Trujillo y Lara, a lo largo de la cordillera de Mérida; y la subespecie G. e. phelpsi que está restringida a la cordillera de la Costa, en específico a la Colonia Tovar, en el estado Aragua (Gilliard 1939, Phelps Jr. y Meyer de Schauensee 1979, BirdLife International 2000). Está asociada a selvas nubladas densas entre 1.700 y 2.300 m de altitud. Habita en el sotobosque. Su taxonomía está en discusión, y algunos autores proponen que Grallaria e. phelpsi no es una subespecie de G. excelsa y que podría tratarse más bien de una subespecie de G. gigantea (BirdLife International 2000) o de una especie diferente (Krabbe et al. 2015a).
Situación:
Su estatus no se conoce con certeza y no se poseen datos sobre su abundancia poblacional. Es probable que sus poblaciones estén disminuyendo y que su distribución en la cordillera de la Costa sea un relicto de la pasada, abarcando una extensión menor que 20.000 km2. Los únicos registros recientes son del Parque Nacional Yacambú, en Lara, y del Parque Nacional Guaramacal, ubicado entre Trujillo y Portuguesa (Hilty 2003). Se presume que en algunas localidades andinas Grallaria excelsa podría ser común, y que la falta de observaciones y registros está más relacionada con la dificultad de encontrarla, por sus hábitos huidizos y crípticos. También se considera que muchos de los reportes de esta especie se corresponden con G. squamigera, la cual guarda mucha semejanza con la subespecie G. e. excelsa (Restall et al. 2007). No hay registros de G. e. phelpsi desde hace casi ochenta años, se desconoce en vida. La población estimada de G. excelsa se calcula entre 2.500 y 10.000 individuos (BirdLife International 2000, BirdLife International 2015). En el ámbito global califica en la categoría Vulnerable (IUCN 2014).
Amenazas:
La mayor amenaza que enfrenta está relacionada con la intervención y el deterioro de las selvas nubladas venezolanas, que se encuentran severamente fragmentadas y en la actualidad muchas de ellas continúan siendo afectadas (Rodríguez y Rojas-Suárez 2003). En la cordillera de Mérida la deforestación está asociada con prácticas agrícolas. En el caso de la sierra de Perijá, además de cultivos, existe ganadería, colonización y explotación minera de carbón, cobre, calizas, arcillas, fosfatos y barita. También se ha señalado que dichas actividades están siendo facilitadas por la construcción de carreteras (BirdLife International 2000). En la Colonia Tovar preocupa mucho la expansión de la agricultura (sobre todo la fruticultura comercial), el turismo no controlado, urbanismos e incendios. La falta de información es una de las principales limitantes para la evaluación de su situación actual.
Conservación:
La distribución de G. excelsa coincide con varias Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves, algunas de las cuales se encuentran en regiones que se consideran en especial amenazadas, como Perijá, El Tamá, Andes de Mérida, y cordillera de la Costa central (Rodríguez y Rojas-Suárez 2003, Lentino et al. 2005, Restall et al. 2007). De igual forma, su distribución abarca algunas áreas protegidas, tal es el caso del Parque Nacional Sierra de Perijá, varios parques andinos y, de modo probable, los parques de la cordillera de la Costa aledaños a la Colonia Tovar, además del Monumento Natural Pico Codazzi. Se requiere evaluar a la subespecie G. e. phelpsi con carácter prioritario, localizar sus poblaciones y verificar la calidad de su hábitat (Rodríguez y Rojas-Suárez 2003, Krabbe et al. 2015a). Mediante la grabación de sus vocalizaciones, se aconseja realizar censos poblacionales entre abril y noviembre. También es posible producir los censos entre marzo y julio, su época de reproducción, aunque entonces es más difícil ubicarla por su canto (BirdLife International 2000). En lo posible, se deben estudiar sus poblaciones andinas y ahondar en su conocimiento general (Rodríguez y Rojas-Suárez 2003). Su situación taxonómica debería ser atendida y revisada de forma inmediata (Hilty 2003, Restall et al. 2007, Krabbe et al. 2015a).
Ilustrador: Robin Restall
Autores:
Christopher J. Sharpe y David Ascanio
Cita sugerida
Sharpe, C. J. y Ascanio, D., (2015) Hormiguero tororoi excelso, Grallaria excelsa, En: J.P. Rodríguez, A. García-Rawlins y F. Rojas-Suárez (eds.) Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Cuarta edición. Provita y Fundación Empresas Polar, Caracas, Venezuela., Recuperado de: www.especiesamenazadas.org/taxon/chordata/aves/passeriformes/grallariidae/grallaria/hormiguero-tororoi-excelso Miércoles, 06/11/2024